Reflexión 29 de Diciembre

Buenos días.
Estamos a tres días de concluir este año 2022, al que le sigue de inmediato el año 2023 que habrá que encarar con el mejor espíritu posible.
El tiempo de Navidad con sus días de descanso del ritmo ordinario de cada día, produce como una ruptura que en un principio es beneficiosa pero que se ha de saber encarar para no perder el camino que se traía de atrás.
Estos días que suelen ser muy ajetreados, deben encontrar los momentos de intimidad para meditar y contemplar todo lo que ocurrió en Belén, pero al mismo se han de estrechar los lazos de parentesco o de amistad que se tienen, pues en la relación fraternal con los otros se puede encontrar lo que uno mismo necesita.
Santo Tomás de Aquino decía: “La amistad disminuye el dolor y la tristeza”, de aquí que como buen tesoro que es un amigo, se ha de guardar y cultivar con gran esmero, pues en el dolor y la tristeza, que siempre acompañan la vida personal, el buen amigo es el apoyo necesario que dará fortaleza y constancia.
Bien estará que nos vayamos preparándonos para el final de año, procurando dejar todo en el orden y agrado de Dios, para lo que se necesitará un buen examen de todo lo que ha sido este año que se acaba, aprendiendo de los errores cometidos durante él para no volver a tropezar en la misma piedra, algo tan común en el ser humano.
El 1 de enero nos pondrá ante un año que será completamente nuevo y que como tal, hay que encararlo con actitudes, deseos y comportamientos nuevos. Pues dedica estos últimos días para vivirlo así.
Reza nuevamente hoy, por favor, a la Sagrada Familia en favor de las intenciones y necesidades, físicas y espirituales de los Hermanos que aquí nos encontramos en Ellos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es