Reflexión 9 de Septiembre

Buenos días
Ya comentamos alguna vez de la importancia que tiene saberse gobernar a sí mismo, hoy dando un paso más y al hilo de un pensamiento de Raimundo Lulio: “El que no se posee a sí mismo es extremadamente pobre”, podemos considerar lo que supone el control de la propia persona en todas las dimensiones que la comportan.
Una y otra vez hemos de recordar que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, por lo que es suficiente a sí mismo para poder controlar todo lo que, precisamente de Dios, se le ha confiado.
La persona es ‘extremadamente pobre’ precisamente cuando es esclava de sus pasiones, que la llevarán incluso a la esclavitud de otros.
No se suele considerar el valor de la libertad propia de los hijos de Dios, que da capacidad para saber no solo dónde está el bien y el mal, sino que además asegura la capacidad y fortaleza para tener dominio sobre sí mismo.
Jesucristo, al vencer en la Cruz el pecado y la muerte, nos legó la nueva vida que podemos experimentar precisamente en su Señorío.
Qué poco se considera el Señorío de Cristo, que supone el estar por encima de todo lo que es despreciable de este mundo manifestado en tantos desamores, fruto de las actitudes de orgullo, ambiciones y otros defectos que parecen gustar en nuestro entorno.
A Jesús, en su Divino Corazón, te pido reces por todas las necesidades de los Hermanos, que cada día nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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