Reflexión 5 de Septiembre

Buenos días.
Hoy la Iglesia Católica celebra la Fiesta de Santa Teresa de Calcuta, precisamente en su 25 aniversario de su muerte.
La figura de la Madre Teresa de Calcuta es por todos conocida, quizás los más jóvenes solamente les habrá llegado el eco de esta mujer, menuda en su figura y en su porte, pero grande, grandísima en su AMOR a su Señor, tanto que su Amor a las criaturas era muy grande como se corresponde al reflejo de su experiencia de la verdadera Caridad, del Amor de Dios.
Hay muchos testimonios de sus palabras, de sus gestos y de sus acciones, que ayudan a la reflexión y profundización personal de la propia Fe.
Por ejemplo, ella decía: “Dios es amigo del silencio”, una mujer que no paraba de recorrer el mundo entero para llevar su carisma por todos los rincones de la tierra, que estaba en continua actividad apostólica, caritativa, ¿cómo podía saber experiencialmente que ‘Dios es amigo del silencio’?
Sin duda, porque vivía sobre todo el silencio interior, clave para poder mantener una perfecta comunión con Dios.
Se habla de vivir en la presencia de Dios, de mantener la presencia de Dios, lo cual es muy loable y necesario, pero poco se conseguirá en este sentido si no hay precisamente el silencio del que dice Santa Teresa de Calcuta que Dios es amigo.
Ha de recordarse con frecuencia aquella enseñanza del Señor Jesús en el Sermón del Monte cuando dijo, te dijo, me dijo: “Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará” (Mt 6,6).
Con este ánimo celebremos a esta gran Santa contemporánea nuestra, y pidamos su intercesión para que Dios derrame sobre este mundo lleno de desorden, tantas gracias como necesitamos para superar todos los males y pecados como nos afligen.
Ella gritó con fuerza y con insistencia contra el aborto, diciendo que no mataran a las criaturas en gestación, que se las dieran a ella al nacer si no las querían.
Como cada día, ya te pido que reces con generosidad, fe y esperanza a Dios Padre, para que venga en auxilio de las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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