Reflexión 7 de Febrero

Buenos días.
Vamos a comenzar la reflexión del Símbolo de los Apóstoles (Credo), que expresa la base dogmática de nuestra Fe, y que profesamos el día de nuestro Bautismo.
La Profesión de Fe debería ser como el gran faro que fuera iluminando y marcando todos los actos de la propia vida.
El primer artículo de la Profesión de Fe es: “Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra”.
Supone la afirmación profunda y rotunda de la propia Fe, de forma que cuando se dice desde la convicción y desde el amor que representa Dios Padre para cada uno de los bautizados, la fuerza espiritual que aparece en el corazón de la persona es grande, tanto, que es la confesión que ni de lejos quiere escuchar Satanás.
Dirá San Pablo a los Romanos: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, que murió, más todavía, resucitó y está a la derecha de Dios y que además intercede por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?; como está escrito: Por tu causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza. Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Rom 8,31-39).
Puede ser una muy buena cosa que hagas de este primer artículo de la Profesión de Fe, la oración a modo de jaculatoria que repitas con frecuencia, sobre todo cuando sientas la tentación que acecha y presiona, pues donde está Dios nunca podrá estar el maligno, lo más que podrá ocurrir es lo que advierte el apóstol San Pedro: “Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar. Resistidle, firmes en la fe” (1 Pe 5,8-9).
Ojalá que cada día sepamos vivir más auténtica y profundamente nuestra Fe Católica; para ello profesemos nuestra Fe con frecuencia que nos ayudará a experimentarla en todo nuestro ser y en nuestra vida.
Reza ya a nuestro buen Padre Dios: Padrenuestro que estás en el cielo…, por las necesidades de todos los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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