Reflexión 6 de Febrero

Buenos días en el Día del Señor y Segundo Domingo de San José.
Hoy os traigo un Himno de la Hora de Laudes para que os ayude en la oración, que debería ser más extensa e intensa que la del resto de los días, pues no en vano es el Día del Señor.
“Buenos días, Señor, a ti el primero encuentra la mirada del corazón, apenas nace el día: Tú eres la luz y el sol de mi jornada.
Buenos días, Señor, contigo quiero andar por la vereda: Tú, mi camino, mi verdad, mi vida; Tú, la esperanza firme que me queda.
Buenos días, Señor, a ti te busco, levanto a ti las manos y el corazón, al despertar la aurora: quiero encontrarte siempre en mis hermanos.
Buenos días, Señor resucitado, que traes la alegría al corazón que va por tus caminos ¡vencedor de tu muerte y de la mía!
Gloria al Padre de todos, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos te alabe nuestro canto. Amén”.
Y ahora los Siete Domingos de San José en el Segundo Domingo:
El dolor: al ver nacer el niño Jesús en la pobreza.
La alegría: al escuchar la armonía del coro de los ángeles y observar la gloria de esa noche.
Oh bienaventurado patriarca glorioso San José, escogido para ser padre adoptivo del Hijo de Dios hecho hombre: el dolor que sentisteis, viendo nacer al Niño Jesús en tan gran pobreza, se cambió de pronto en alegría celestial al oír el armonioso concierto de los ángeles, y al contemplar las maravillas de aquella noche tan resplandeciente.
Por este dolor y por este gozo, alcanzadnos que después del camino de esta vida vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles, y a gozar de los resplandores de la gloria celestial.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
No dejes de pedir al Señor Resucitado por todos los Hermanos: sus necesidades, espirituales y materiales, así como por sus intenciones, mientras todos nos acogemos a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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