Reflexión 25 de Febrero

Buenos días.
Vivimos unos tiempos muy convulsos, con noticias que se van sucediendo hacia ser cada vez peores, se van cumpliendo los peores presagios como por ejemplo la guerra y todas las consecuencias nefastas que de ella se derivarán.
Pero ante estas realidades la persona se plantea qué hacer, cómo actuar.
Sin duda, como creyentes lo primero debe ser volverse a Dios para pedir y encontrar su gracia, su ayuda y su misericordia, pues sin ellas la ruina estará servida. Llegar a esa conversión a la que tantas veces hemos llamado y vivir en la humildad del corazón.
Recordemos lo vivido desde hace ahora dos años con la pandemia, que lejos de volverse a Dios e implorarle su Gracia, se ha vivido sin reacción espiritual hasta estos últimos meses, que de forma tímida se ha comenzado a pedir, al menos públicamente, habiendo puesto toda la esperanza en algo que no se ha revelado definitivamente válido. 
Pero también se ha de atender a los sentimientos, pues de una guerra se derivan todo tipo de resentimientos y malos quereres, aunque tampoco se necesita una guerra cruenta para que esto pase.
Por eso hay que saber defenderse de aquello que decía Don Jacinto Benavente, dramaturgo español y Premio Nobel de Literatura en 1922: “Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos”.
Recemos con fe y con confianza, y hagamos cuanto podamos por expiar y reparar los pecados, para que el Señor Dios tenga misericordia de todos y no llegue a tratar a esta humanidad como se merece, después de tantos excesos como se han cometido y se siguen cometiendo.
Pero no olvides también la humilde oración que te pido cada día, en favor de las necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es