Reflexión 31 de Diciembre

Buenos días.
En este último día del año 2020, en la Octava de la Natividad del Señor, solamente caben un par de cosas.
Una, dar una vuelta a los doce meses vividos y ACEPTAR todos los errores cometidos; si causaron daño, intentar repararlo, pedir perdón y seguir hacia adelante. Igualmente, reconocer las muchas cosas buenas que se hayan podido hacer y vivir, ofreciéndoselas al Niño Dios como obsequio de la propia vida.
Y la otra, puesta a cero la propia conciencia, por el arrepentimiento sincero y humilde de todo cuanto se la haya manchado, ABRIRSE AL NUEVO AÑO 2021, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, con la firme convicción de que hay que alcanzar de Dios, Padre Todopoderoso, su Misericordia para vernos libres de toda esta ESCLAVITUD que ha producido y produce la pandemia en tantos aspectos de la vida personal, familiar, social, etc.
Pero, además, también hoy se hace necesario que reces a la Sagrada Familia, con toda la intensidad posible, para que la Gracia del Altísimo cubra las necesidades de los Hermanos. AMÉN. 
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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