Reflexión 23 de Diciembre

Buenos días.
Hoy rezamos con la Santa Iglesia así: “Dios todopoderoso y eterno, AL ACERCARNOS A LAS FIESTAS DE NAVIDAD, te pedimos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y quiso vivir entre nosotros, NOS HAGA PARTÍCIPES DE LA ABUNDANCIA DE SU MISERICORDIA. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Con Fe y mucha confianza hemos de participar de esta Oración de la Iglesia, rezándola con seguridad de que el Señor Jesús, a todos los hombres de esta sociedad, en muchos casos desnortada, “nos haga PARTICIPES de su MISERICORDIA”, pues la necesitamos y mucho.
Deseo de todo corazón que todos nosotros SEPAMOS ABRIRNOS a la Misericordia de este Niño Dios, que sólo vino a este mundo a una cosa: a SALVARNOS, liberándonos de la ESCLAVITUD DEL PECADO.
El Himno de la Hora de Vísperas es un GRITO de Esperanza, de Ilusión, de la Vida que trae el mismo Señor.
“Ven, ven, Señor, no tardes. Ven, ven, que te esperamos.
Ven, ven, Señor, no tardes, ven pronto, Señor.
El mundo muere de frío, el alma perdió el calor, los hombres no son hermanos, el mundo no tiene amor.
Envuelto en sombría noche, el mundo, sin paz, no ve; buscando va una esperanza, buscando, Señor, tu fe.
Al mundo le falta vida, al mundo le falta luz, al mundo le falta el cielo, al mundo le faltas tú”.
Hemos de esforzarnos de mantener el recogimiento interior, para que llegada la Noche Santa podamos tener un ENCUENTRO con Jesús, tan íntimo como lleno de la LUZ que no tiene ocaso, con la que poder iluminar todo el camino que cada uno tiene por delante.
Las necesidades de todo tipo que tienen los Hermanos, necesitan de la humilde y pobre oración que te pido reces al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesús, para que venga en su auxilio y solución. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchrisiti.es