Reflexión 4 de Septiembre

Buenos días 
Estos dos días anteriores planteamos la cuestión de ser COMPRENSIVOS  con los demás y también consigo mismo.
Hoy quiero plantear la cara de lo que es la COMPRENSIÓN como facultad de entender las cosas, las motivaciones que dan origen a que sean de una u otra manera.
Cuántas veces por no tener las cosas claras, la propia actitud o el propio comportamiento no es el adecuado o el que cabe esperar.
Se ha de trabajar para poder tener un amplio conocimiento del tema o cuestión que se trate, pues cuando es así va consolidándose en la persona algo tan valioso como es la EXPERIENCIA en sí misma o en una materia, en un trabajo, en cualquier situación a la que haya de hacerse frente.
De la SABIDURIA emana la mucha LUZ que la persona necesita para gobernarse con acierto en la verdad.
Sabiduría que también se va consiguiendo por la mayor y mejor COMPRENSIÓN de cómo son las cosas y cómo nos hemos de comportar ante ellas, así como de la EXPERIENCIA referida.
Siguiendo el Consejo Evangélico de pedir unidos (Mt 18,19-20), recemos ya por las necesidades de los Hermanos a Dios nuestro Padre.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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