Reflexión 24 de Julio

Buenos días
Deseo abordar un tema recurrente cada día en estas Meditaciones.
El último párrafo lo dedico cada día a pediros VUESTRA ORACIÓN por todas las necesidades e intenciones de los Hermanos, que nos encontramos cada día a través de la Meditación. Frecuentemente invocando a María, nuestra Madre y nuestra Guía.
El Señor Jesucristo nos dice: "Os aseguro también que si DOS de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para PEDIR ALGO, sea lo que fuere, LO CONSEGUIRÁN de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están DOS O TRES reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,19-20).
Pues es en este espíritu y en el cumplimiento de esta Palabra del Señor, en el que os pido vuestra oración, de forma y manera que cada uno aporta su Oración de Intercesión, y a la vez pone, igualmente, intenciones y necesidades propias y concretas, para que obtengan la Gracia y Bendición de Dios.
Creo que la cosa es muy sencilla.
Lo primero, tener la CERTEZA DE LA FE que nos asegura el cumplimiento de la PALABRA del Señor.
Segundo, ORAR con Fe y con Confianza por los Hermanos que nos unamos en la Meditación del día, sus intenciones y sus necesidades.
Y tercero, CONFIAR nuevamente que las necesidades e intenciones propias, tienen cabida en el concurso de la ORACIÓN COMUNITARIA, y por lo tanto, puedo ponerlas ante el Señor al amparo de las Oraciones de los Hermanos.
Si actuamos con el ejercicio de las Tres Virtudes Teologales, esto es, Fe, Esperanza y Caridad, a buen seguro que podremos propiciar milagros de Gracia para los Hermanos, así como conseguir para sí estas mismas gracias especiales, según las necesidades encomendadas.
Si lo hacías así, por favor PERSEVERA.
Si no tenías en cuenta esta expresión del Cuerpo Místico de Cristo, comienza a experimentarlo.
Os dejo con María, nuestra Madre y nuestra Guía, tan dispuesta a enseñarnos y a ayudarnos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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