Reflexión 12 de Julio

Buenos días 
Cada uno en su sitio y cada cosa en su lugar, decíamos ayer.
Permitirme que vuelva al mismo tema.
Se escucha con frecuencia como justificación a una ruptura o abandono de un estado de vida adquirido, por ejemplo en relación con el matrimonio o la vocación religiosa, de consagración a Dios en cualquiera de sus variedades, que es que: se acabó el 'amor', se terminó la 'vocación', o cosas parecidas.
Y uno se pregunta, ¿Cómo puede ser que se acabe algo que tiene las características de la permanencia en el tiempo según su propia naturaleza?
¿No será que, o falló el origen y no había base y fundamento suficiente para el compromiso adquirido, o por el contrario, en algún momento se abandonó el DEBER de estar en el sitio que correspondía?
Es lástima que estas generaciones vayan siendo tan vulnerables en los principios cristianos de la PERSEVERANCIA, pues no parece que los sacrificios que muchas veces impone mantenerse en la virtud de la CONSTANCIA, se abracen con facilidad.
El Señor Jesucristo es muy claro en sus consejos evangélicos; por ejemplo leemos en Mt 24,12-13: "...y al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría, pero el que persevere hasta el final se salvará", y textos similares encontramos en Mt 10,22 y en Mc 13,13.
Bien merece la pena REFLEXIONAR un poco acerca de la situación personal y cómo estamos asumiendo el principio propuesto: Cada uno en su sitio y cada cosa en su lugar.
Y si hubiera alguna anomalía en la propia vida, tengamos el coraje de acudir al Espíritu Santo buscando LUZ, y si fuera necesario, ayuda de personas competentes.
En cualquier caso, seamos muy celosos de la UNIDAD PERSONAL; que nadie ni nada rompa esta unidad y coherencia personal.
Recemos por los Hermanos en dificultades de las que venimos tratando ayer y hoy, para que María, nuestra Madre y nuestra Guía, les asista y guíe. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchrisri.es