Reflexión 21 de Mayo

Buenos días en el MES DE MARÍA 
No podemos dejar pasar estos días eminentemente marianos sin fijarnos en una de las oraciones a la Virgen más popular.
Me refiero a la SALVE REGINA, popularmente conocida como "La Salve".
"Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a
Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén."
Esta Oración a la Virgen María es muy antigua que caló con fuerza en la piedad cristiana, de forma que su origen no está claro, pues se fija tanto en España, como en Francia o en Alemania.
En todo caso es una oración con la que es fácil identificarse en una o varias de sus estrofas, incluso en todo el texto.
Las personas nos sentimos necesitadas con frecuencia de muchas cosas, que buscamos remediarlas de alguna forma.
Con la SALVE encontramos una buena y bonita forma de entrar en el diálogo que necesitamos, con la Madre Santísima.
De esta Salve Regina se derivaron otras formas de rezarle a la Virgen desde el mismo grito de invocación. Tenemos en este sentido la SALVE MARINERA, la SALVE ROCIERA..., que se expresan generalmente cantándolas. 
Hemos de recuperar a nivel personal, el diálogo íntimo con la Virgen a través de la SALVE, y hacer cuanto podamos por enseñar o recordar a otras personas esta oración mariana tan elocuente y socorrida para el alma.
Te INVITO a que hoy reces la SALVE por todas las necesidades de los Hermanos de esta Casa de la Madre y Guía, para que la Virgen venga en auxilio de todos nosotros. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchristi.es