Reflexión 9 de Mayo

Buenos días en el Mes de María.
El Evangelio de San Lucas nos muestra muchas imágenes en las que encontramos a la Virgen María, pero en principio me quiero fijar en situaciones en las que se refieren a Ella directamente o bien a palabras suyas.
En el capítulo 2, San Lucas relata todo lo que aconteció en torno al Nacimiento de Jesus: La necesidad de subir a Belén, los dias del alumbramiento, el tener que dar a luz en una cueva, el anuncio de los Ángeles a los Pastores, la adoracion de  éstos al Niño...
Ante todos estos hechos y los revuelos originados, dice el versículo 19 del referido capítulo 2 de San Lucas que: "María, por su parte, CONSERVABA todas estas cosas, MEDITÁNDOLAS en su corazón".
¿Qué quieren decir estas palabras?
Pues varias cosas muy interesantes e iluminadoras para nosotros.
María conocía lo que iba a pasar de acuerdo con el ANUNCIO que le hizo el Arcángel, pero a partir de ahí los detalles los iba sabiendo según iban pasando; por ejemplo el nacimiento en Belén, aún cuando cumplía las profecías, lo fue asumiendo con el paso cotidiano de los hechos y sus exigencias.
Se ve, pues, lógico que Ella fuera sorprendiendose de lo que, no sólo pasada, sino también de lo que se iba diciendo del Niño.
En la actitud de la Virgen, que describe San Lucas, hay dos claves: que María CONSERVABA todas las cosas que iba percibiendo, para posteriormente MEDITARLAS, que es lo mismo que ASUMIRLAS al GUSTO DE DIOS.
No parece que Ella hablara a los Pastores, ni les preguntará, ni hiciera comentarios; tenía claro que lo que estaba sucediendo era consecuencia de lo que el Arcángel le habia dicho y, por tanto, lo mejor que podía hacer era ENTENDER bien todo, para poder responder al Padre Dios acorde a lo que estaba siendo su Santa Voluntad, y así poder continuar siendo fiel a la respuesta que se necesitara seguir dando al Señor Dios.
¡Ay, si aprendiéramos nosotros a no precipitarnos!
A no querer saberlo todo antes, incluso de disponer de los datos mínimos necesarios.
Sí supiéramos acoger las situaciones y saber, igualmente, CONSERVARLAS en el corazón, para a continuación MEDITARLAS a imitación de MARÍA, nos iría mucho mejor en la mayoría de los casos.
Más cosas podríamos señalar, pero si quieres repasar este capítulo 2 de San Lucas, seguro que el Espíritu Santo te mostrará más LUZ para tu vida y para tu conciencia.
Ahora ya, no olvides rezar por todas las necesidades de los Hermanos que cada día nos encontramos en esta Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI
Madrid - España 
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