Reflexión 3 de Septiembre

Buenos días 
La ESPERANZA es una de las tres Virtudes Teologales que recibimos en el BAUTISMO.
Sin ella la vida se hace muy complicada porque es necesario ir superando muchos inconvenientes y no pocas dificultades.
La desesperanza se hace presente en la vida de las personas con más frecuencia de la deseada, precisamente porque los obstáculos del camino cierran el horizonte.
La persona necesita potenciar la VIRTUD de la ESPERANZA para poder ir afrontando las cosas y las situaciones con la mayor objetividad posible, que le dará la fortaleza para superar con ORDEN todo lo que le intente cerrar el paso.
No hay que permitir el DESALIENTO, menos la DESESPERANZA, y no digamos de la que es el enemigo mortal de la ESPERANZA; me refiero a la DESESPERACIÓN, que puede llevar a la persona a situaciones límites, cuando no irreversibles.
Pero como las otras VIRTUDES TEOLOGALES, es preciso fomentar la ESPERANZA con sus virtudes auxiliares como son la ALEGRÍA, el OPTIMISMO y otras.
Pregunto: ¿Vives en y con ESPERANZA?
Es una de las llaves de la FELICIDAD.
Recemos como cada día por todas las necesidades de los Hermanos de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España