Reflexión 19 de Febrero

Buenos días.
En este viernes después del Miércoles de Ceniza, vamos a seguir fijándonos en alguna imagen del camino de Nuestro Señor Jesucristo hacia su Pasión y Muerte, buscando en ella la luz que necesita cada uno para iluminar la propia conciencia, que, en definitiva, es la que tiene que mostrar el camino de la conversión necesaria.
En la Última Cena, el Señor habla a sus apóstoles de lo que va a pasar de inmediato, entonces “Pedro replico: Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré. Jesús le dijo: En verdad te digo que esta noche, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le replicó: Aunque tenga que morir contigo, NO TE NEGARÉ. Y lo mismo decían los demás discípulos” (Mt 26,33-35).
Pasadas unas horas, ya apresado Jesús y en plena Pasión, interpelado Pedro como amigo de Jesús, lo negó, “Y enseguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: Antes de que cante el gallo me negarás tres veces. Y saliendo afuera, lloró amargamente” (Mt 26,75).
Considerando los gestos, actitudes y palabras de Pedro, nos ponen ante una realidad personal que no se debe eludir, cuando se quiere realmente aprender a vivir en cristiano.
Ser conscientes de que no pocas veces se tienen ‘pies de barro’, como se dice de alguien que puede aparentar una fortaleza o firmeza real, pero que a la mínima de cambio no se sostiene ante cualquier eventualidad, es algo muy importante como necesario.
Alguna vez le habremos dicho al Señor que vamos a hacer la mayor heroicidad por amor a Él, para comprobar más tarde que ‘las palabras se las llevó el viento’, y que no fue tal por alguna razón inconfesable.
El espíritu de humildad impulsa a la persona a tener clara conciencia de sus límites, así como a no pretender ir más allá de lo que le permiten sus capacidades, sus circunstancias o sus posibilidades. Todo menos NEGAR, de una u otra forma, A JESUCRISTO.
La reflexión lleva a escrutar y a examinar, en este caso, la conciencia, para rectificar caminos equivocados si los hubiera y abrirse por completo a la Gracia de Dios Altísimo.
Ya es el momento de pedirte que reces a este Señor Jesús, Varón de Dolores, para que ayude, consuele y resuelva todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí, como cada día, en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es