Reflexión 12 de Febrero

Buenos días.
Estamos a las puertas del Tiempo de Cuaresma. El próximo miércoles 17 de febrero será el MIERCOLES DE CENIZA, por lo que es muy bueno que vayamos preparando el corazón, la mente y todo nuestro ser, para recorrer esta jornada cuaresmal según el Corazón de Cristo y al solo gusto de Dios nuestro Padre.
Pero hoy, poniendo la primera piedra de esa preparación apuntada, meditemos el cuadro de Jesús con sus apóstoles en Getsemaní.
Los tres evangelios sinópticos relatan este episodio: Mt 26,36-46; Mc 14,32-42; Lc 22,39-46. Con los tres veamos algunas de las pinceladas de estos momentos extraordinariamente solemnes de la vida del Señor Jesucristo, que quiso compartirlos con los suyos aunque ‘no dieran la talla’, pues el Señor tiene que reprocharles que no hayan velado con Él.
Después de la Última Cena van al Huerto de los Olivos, pero no van los doce, Judas ya se ha ‘caído’ del seguimiento de Cristo, ha ‘jugado’ demasiado, como se dice, ‘a dos barajas’.
Ya en Getsemaní les dice que van a orar, deja a los ocho a la entrada y se lleva más adentro a los tres que ha escogido como TESTIGOS directos de estos momentos…, que también le fallan porque no son capaces de velar, el sueño les vence.
Jesús vive su agonía solo, sus amigos, como les ha llamado en la Cena, no han sido capaces de ‘aguantar el tirón’; tiene que ser un ángel el que venga a confortarle (Lc 23,43), mientras clama a su Padre que aparte de Él ese cáliz, pero que no se haga su voluntad sino la del Padre (Lc 23,42); y concluye diciéndoles: “¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en tentación” (Lc 23,46).
Con los textos apuntados más arriba, os INVITO a meditar hoy en la Pasión del Señor como Él mismo se lo pidió a Santa Faustina Kowalska que lo hiciéramos cada día, aunque fuera durante breves momentos.
Somos los discípulos del Maestro, tenemos el sagrado deber de ser sus TESTIGOS, máxime en estos momentos, tan especiales como históricos, que nos están tocando vivir, ¿cuál, pues, está siendo la respuesta de cada uno? El Señor, ¿nos tendrá que echar en cara ‘por qué dormimos, por qué no velamos’?
Reflexionemos. No defraudemos a nuestro Señor Jesús, que dio su vida por cada uno de nosotros.
Y reza también hoy a este Señor Jesucristo por todas las necesidades, materiales y espirituales, de los Hermanos convocados aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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