Reflexión 13 de Febrero

Buenos días.
San Maximiliano María Kolbe fue un fraile Franciscano, enamorado de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, que trabajó intensamente por la extensión de esta devoción.
Fundó ‘La Milicia de la Inmaculada’ y fue arrestado por los nazis en dos ocasiones en su país, Polonia.
En 1941 le apresan llevándole finalmente al campo de concentración de Auschwitz, donde prosiguió su ministerio a pesar de las terribles condiciones de vida, ya que su generosidad y su preocupación por los demás nunca le abandonaron.
El 3 de agosto de 1941, un prisionero escapa; y en represalia, el comandante del campo ordena escoger a 10 prisioneros para ser condenados a morir de hambre. Entre los hombres escogidos estaba el sargento Franciszek Gajowniczek, polaco como San Maximiliano, casado y con hijos.
San Maximiliano, que no se encontraba dentro de los 10 prisioneros escogidos, se ofrece a morir en su lugar. El comandante del campo acepta el cambio. "No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos" (Jn 15, 13). Y así después de 10 días de su condena encontrándolo todavía con vida, los nazis le colocan una inyección letal el 14 de agosto de 1941.
Pues bien, San Maximiliano María Kolbe escribió: “Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Virgen. Jamás podrás amarla más que Jesús”.
Hoy sábado meditemos esta advertencia y revisemos nuestro Amor a la Virgen Inmaculada. Ella es camino seguro para vivir en Jesús, con Jesús y por Jesús.
Y a Ella, consolemos su Inmaculado Corazón, tan ultrajado por los pecados de los hombres, necesitados todos de volvernos a Dios por una sincera conversión de vida.
Hoy te pido que encomiendes todas las necesidades de los Hermanos a San Maximiliano María Kolbe, que tanto conoció el sufrimiento en los demás y lo acompañó con gran corazón como hemos visto. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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