Reflexión 4 de Febrero

Buenos días
¿La Felicidad procura la Paz, o por la Paz se llega a la Felicidad?
No parece que consiguiendo una de ellas se garantice la otra, aunque sí es verdad que pueden tener una estrecha relación.
La PAZ en su sentido más pleno, aparte de ser uno de los Frutos del Espíritu Santo, podrá ayudar a construir la FELICIDAD y sostenerla desde la Gracia y el Amor de Dios, pero la FELICIDAD tendrá que alcanzarse por una activa voluntad de vivir según el AMOR DIOS.
Por el BAUTISMO se le procura a la persona la filiación divina.
El gran beneficio que da el BAUTISMO es precisamente éste: Nos hace HIJOS DE DIOS; qué lástima que en las generaciones más jóvenes de la Católica España, se haya perdido esta conciencia de lo que realmente es el BAUTISMO en la vida de la persona.
Esta condición de ser HIJO DE DIOS ya da a la persona la posibilidad de tener una íntima y total relación con Dios, participando de su Amor y de su Gloria desde lo que es la propia condición humana, y siempre en la medida y forma que la persona, en el ejercicio de su libertad, quiera.
No se puede olvidar que somos 'imagen y semejanza' de Dios, razón por la que podemos participar por su Gracia de la plenitud de su AMOR, que es la verdadera y más auténtica fuente de la FELICIDAD.
Y cuando se tiene esta FELICIDAD,  lógico será que se tenga más posibilidades de conseguir y mantener la PAZ del corazón.
Por todo lo dicho, será muy conveniente que se trabaje por mantener vigorosa la llama de la FELICIDAD, y desde ella buscar todo lo demás que engrandece el alma y, en consecuencia,  la vida total de la persona.
Con una gran confianza en el que todo lo puede, reza la sencilla oración del Padrenuestro a Dios nuestro Padre, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
www.materchristi.es