Reflexión 26 de Febrero

Buenos días en el MIÉRCOLES DE CENIZA.
Llegamos a este día importante en la vida cristiana con el mejor espíritu de recorrer la Jornada Cuaresmal.
Casa uno deberá ver cómo enfoca su camino de CONVERSIÓN personal.
Ojalá que en nuestras meditaciones diarias encontremos puntos de reflexión que nos ayuden a VER, a REVISAR y a RECTIFICAR en aquello que fuera necesario, para lograr el objetivo de preparar las Celebraciones de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesucristo.
Con esta intención y el mejor deseo, hoy os propongo una actitud que no siempre y que no todas las personas observan cómo se debe.
Me estoy refiriendo a
MOLESTAR, ese causar fastidio o malestar a los demás; incluso, a veces, polarizándolo en alguna persona en concreto, que, por razones no loables, se le tiene alguna inquina o coraje.
Una persona que aspira a verse reflejado en el Señorío de Cristo, ha de ser delicado en el trato, respetuoso, veraz y transparente, que lejos de disgustar o desagradar al otro, busca siempre su bien ayudándole en todo cuanto pueda, incluso sin que se lo pidan.
Ánimo. Veamos hoy de no MOLESTAR a nadie siendo causa de bienestar para los demás.
En esta Cuaresma podríamos tener muy presente aquello que dijo San Pedro: "Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, QUE PASÓ HACIENDO EL BIEN..." (Hch 10,38).
Imitemos esta actitud y comportamiento del Señor.
Hoy hemos de orar con espíritu cuaresmal, pero llenos de ILUSIÓN por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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