Reflexión 18 de Febrero

Buenos días 
Qué bueno es saber PREVENIR las cosas.
Qué buen ejercicio es este de saber anticiparse a los hechos, y con ello saber preparar y prepararse a cualquier circunstancia que conviene que no nos pille desprotegidos, porque no se supo actuar con prevención.
Esta virtud humana de ser PREVISOR, como todas las virtudes, necesita del ejercicio correspondiente que evita el ser sorprendido, en cuyo momento la reacción que se necesita no siempre es afortunada y aunque no se quiera, se hace mal.
Todas las VIRTUDES tienen un recorrido para que puedan tener su efecto benéfico en la persona.
En primer lugar, la persona necesita SER CONSCIENTE de la necesidad que tiene, en este caso de hoy, de ser PREVISOR, de saber PREVENIR.
Segundo, una vez que la persona ha constatado que necesita tener esa u otra virtud, deberá ver cómo adquirirla, qué cosas ha de tener en cuenta según su carácter, las circunstancias personales, etc.
Y a partir de aquí comenzar a ejercitarse en saber PREVENIR, que es la virtud que tratamos hoy.
Se ha de ser consciente que nunca se logran las cosas de forma inmediata, por lo que hay que tener muy claro que se intentará varias veces hasta ir logrando que se haga 'carta de naturaleza' en la propia vida.
Pero sin olvidar que las virtudes tienen un enemigo común que es la propia persona, que por naturaleza rechaza todo esfuerzo, todo sacrificio, toda renuncia que deba hacer de sí misma..., por lo que lograda la virtud, luego ha de PERSEVERAR en ella, aunque, lógicamente, este esfuerzo siempre será menor porque es, como si dijéramos, de mantenimiento.
Aquí os dejo en vuestra reflexión personal para que os decidáis a conseguir VIVIR EN LA VIRTUD, que tanto agrada a Dios y engrandece a la persona.
Hoy apeló a la Virtud de cada día, de que reces por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, reunidos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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