Reflexión 23 de Noviembre

Buenos días en la Memoria de Santa María en SÁBADO.
Os invito a mirar a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para descubrir la BELLEZA que encierra toda Ella.
Si pudiéramos hacer una rueda de diálogo y cada uno expresase alguno de los aspectos de esta BELLEZA de la Virgen Santísima, seguro que sería larguísima la lista que recopilaríamos.
Pero aunque sea individualmente, podemos CONTEMPLAR la belleza de su CONCEPCIÓN INMACULADA: la concebida sin mancha original, la pureza y la limpieza de su Alma.
Igualmente, su apertura continúa, desde su más tierna infancia, a la PROVIDENCIA de DIOS, y aquí sí que podemos imitarla, aprendiendo a vivir en la escucha y en la espera del Amor de Dios, que va marcando amorosamente el camino que cada uno debe hacer, con la única condición de no estorbar la acción de Dios, que parte del ejercicio de la propia libertad del hombre, que le permite decir Sí o NO.
Otro rasgo de su Belleza la encontramos en su capacidad de ENTREGA y DONACIÓN, de las que tenemos multitud de testimonios.
Pero por no alargar mucho esta reflexión, te invito a que fijes la mirada en su MATERNIDAD DIVINA, Madre de Dios, de la que se desprende la Maternidad a todos nosotros por designio de su Hijo Jesucristo, que así se lo confió al Pie de la Cruz.
Seguro que si a lo largo de estos últimos días del Año Litúrgico, contemplas a María Santísima en su BELLEZA, encontrarás más y más aspectos de los aquí expresados.
A Ella reza hoy, al menos tres avemarías, por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España