Reflexión 26 de Enero

Buenos días 
"No tengo tiempo; tengo tanto que hacer..."
Habrás oído esta frase alguna, incluso hasta la habrás dicho tú también, para disculparte de algo que te pidieron y que no acudiste.
Y en verdad, ¿no tuviste tiempo?
O hubo otras razones que escondite o escondes, cuando tienes que echar mano de la frase citada.
Puede ser verdad el que se tenga el tiempo muy cogido y no se disponga de todo el que se quisiera, pero de esto a usar de la 'frase hecha' como disculpa cuando no se quiere atender algo a lo que se le quiere dar esquinazo, porque resulta molesto, embarazoso o comprometido, hay una gran diferencia.
Lo peor es cuando se usa esta frase como disculpa encubriendo alguna cosa, porque se ALIMENTA algo tan serio, grave y peligroso como es la IMPUREZA DE CORAZÓN, agravada por el DESPRECIO a la VERDAD.
Ya te dejo PENSAR hasta dónde llegas con el uso del "No tengo tiempo, tengo tanto que hacer..."
La PUREZA DE CORAZÓN y la RECTITUD DE INTENCIÓN son dos Virtudes, dos Actitudes, dos elementos que si no están en la propia vida de la persona de forma satisfactoria, resulta muy peligroso para la salud moral de la persona.
REFLEXIONEMOS con gran confianza en el Señor, para poder CONOCERSE bien y según el Corazón de Dios, que es la única forma de poder trabajar para conseguir cumplir el deseo del mismo Cristo, cuando nos ha dicho a cada uno: "Sé PERFECTO como mi Padre Celestial es perfecto. (Mt 5,48).
Pide al Señor ahora ya por las intenciones y necesidades de los Hermanos que hoy volvemos a reunirnos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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