Reflexión 31 de Marzo

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Ya Cuarto Domingo de Cuaresma, en el que la Santa Iglesia nos propone la Parábola del hijo pródigo (Lc 15,11-32).
Es una página muy bella del Santo Evangelio, en el que encontramos el PERDÓN absolutamente DISPONIBLE para quien lo necesite y lo quiera.
Es importante esta reflexión: El PERDÓN que necesito de Dios, lo tengo al alcance de la mano para cuando LO DESEE tomar y beneficiarme de él.
La CLAVE me la da la Parábola cuando el hijo RECAPACITÓ y, dándose cuenta de la situación y de sus circunstancias, se dijo: "Me LEVANTARÉ. IRÉ a mí Padre y le diré: Padre, HE PECADO contra el cielo y contra ti..."
Ahí está el PERDÓN y nada más; al alcance sencillo del que lo necesita. Y lo quiere. 
Siendo así, ¿por qué nos cuesta tanto ponernos ante el Sacerdote, Ministro del Señor, para decirle los pecados?
Una vez reconocidos y sentido el arrepentimiento, lo más sencillo ya es confesarlos, aunque parezca lo más difícil.
Una vez mas te animo a que acudas al Sacramento del Perdón; allí está Cristo, en su Ministro, ESPERANDOTE.
Escucha en tu corazón: "Me levantaré a iré...".
Recemos los unos por lo otros para que seamos capaces de ir en busca del PERDÓN. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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