Reflexión 17 de Marzo

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Quiero ofreceros para la REFLEXIÓN, otro aspecto en la vida de SAN JOSÉ en la preparación a la Celebración de su Fiesta.
Me refiero a su OBEDIENCIA a la Voluntad de Dios, que además estuvo enriquecida por su más absoluta DOCILIDAD.
No pocas veces las personas obedecen porque no les queda más remedio, aunque también convendremos que OBEDECER, en principio, no es cosa fácil, sobre todo cuando exija o suponga ir a contra corriente.
Pero lo cierto es que la buena CONVIVENCIA se construye sobre los pilares de la mutua OBEDIENCIA.
Según el estado de vida, en las diferentes actividades laborales, familiares, sociales, etc., la persona está, de una u otra forma, sometida a la OBEDIENCIA.
La cuestión a resolver es cómo obedece uno. Qué calidad tiene esa OBEDIENCIA, pues el ser humano cuando no es honrado y limpio en su corazon, todo estará manchado, y la OBEDIENCIA no será auténtica, y mucho menos enriquecida por la DOCILIDAD.
Y digo yo: Si se ha de OBEDECER, ¿por qué no hacerlo como lo hizo SAN JOSÉ?
De su mano vivamos este DÍA DEL SEÑOR; meditemos en su VIDA y aprendamos a IMITAR sus Virtudes que tanto bien nos harán.
A su intercesión, hoy encomendamos todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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