Reflexión 3 de Julio

Buenos días 
Muchas gracias por todas las muestras de cariño que nos habéis manifestado por la Celebración de MARÍA, NUESTRA MADRE Y NUESTRA GUIA.
Quiero compartir con todos vosotros, particularmente con los que no pudisteis estar en la Celebración de la Santa Misa, la Monición de Entrada que hice.
"Bienvenidos Hermanos a esta Celebración Eucarística en Honor de María, nuestra Madre y nuestra Guía.
La Santísima Virgen preparó con sumo cuidado el nacimiento de MATER CHRISTI, para que pudieran cumplirse los designios providentes de nuestro buen Padre Dios.
Ella quiso mostrarse, en todo momento, como la Madre cuidadosa, dispuesta a salir al encuentro de sus hijos necesitados del Amor Misericordioso de Dios.
Pero también lo quiso hacer, GUIANDO todos los pensamientos, deseos, palabras y obras, de los Miembros de su Obra MATER CHRISTI.
Aunque no se puede dudar que así como Ella es Madre de cada uno de los hijos que el Señor Jesucristo, su Hijo, la dio al pie de la Cruz, también desea para ellos ser su GUÍA.
Todos asumimos con facilidad, y hasta con gozo íntimo, tener por Madre a la Virgen María, pero aceptarla y tenerla como GUÍA de nuestras vidas, COMPAÑERA en nuestro peregrinar a la Casa del Padre, CONSEJERA para los momentos de indecisión e incertidumbre, ya es otra cosa.
Hoy, esta Celebración nos ofrece la Gracia de reflexionar acerca de este DON de la Virgen, poder ser, si cada uno lo quiere así, nuestra GUÍA.
¿Qué hace un guía?
Dirigir por los caminos acertados según el fin que se persiga.
Indicar, señalar, cuáles son los momentos o circunstancias más acertadas para la persona guiada.
Ayudar a interpretar, discernir acontecimientos, señales que vayan apareciendo en la vida.
E incluso, desde la experiencia del Guía, mostrar a la persona guiada qué es lo que más le conviene en momentos señalados, o en encrucijadas determinadas, incluso determinantes.
Estas funciones generalizadas de lo que puede ser GUIAR, son una vaga imagen de lo que realmente es la Virgen María nuestra Madre, GUIANDO nuestras vidas. 
Ella, lógicamente, va más allá de nuestros planteamientos humanos, porque participa plenamente de la GLORIA de su Hijo Jesucristo, por lo que su posición sobrenatural es de una gran fuerza y ayuda para nosotros.
Ahora bien, María, nuestra Madre y nuestra Guía, no puede violar ni violentar nuestra LIBERTAD, pues no lo hace ni el mismo Dios; razón ésta por lo que la iniciativa suya de ofrecernos ser NUESTRA MADRE Y NUESTRA GUÍA, ha de ser ACEPTADA Y RESPONDIDA positiva y claramente por la creatura, por ti y por mí.
Sin esta respuesta libre y voluntaria, Ella no podrá ayudarnos en este aspecto tan directo y tan valioso.
Cuando la persona le responda, a su imagen, con el SÍ incondicional, como Ella lo dio en la Anunciación, entonces es cuando comienza un camino nuevo en la vida de la persona.
La Oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, tiene todo su sentido: “María, nuestra MADRE y nuestra GUÍA, acoge con maternal solicitud mi súplica….., y guía todos mis pensamientos, deseos, palabras y obras para que siempre cumpla la voluntad de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Y ya, siempre habrá una relación materno-filial y filio-maternal, para poder VIVIR bajo la mirada atenta de la Virgen, encontrando en Ella las indicaciones necesarias o las respuestas adecuadas, a tantas vicisitudes que se van presentando a lo largo de la HISTORIA PERSONAL.
Que esta CELEBRACIÓN, Hermanos, nos alcance del Altísimo abundantes Gracias que nos abran el corazón y el entendimiento, para poder acoger y aceptar a MARÍA, como NUESTRA MADRE y como NUESTRA GUÍA"
En nuestra mayor generosidad, recemos también hoy por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
MADRID - ESPAÑA