Reflexión 18 de Julio

Buenos días 
En el pasado mes de mayo, Mes de María, estuvimos meditando los SILENCIOS DE MARÍA.
Ahora quisiera comenzar a ver los AMORES DE MARÍA.
Indudablemente habríamos de considerar antes que nada su AMOR A DIOS, su AMOR A LA SANTÍSIMA TRINIDAD, su AMOR A SAN JOSÉ, pero en principio vamos a fijarnos en otros amores que conformaron su VIDA.
Veamos su AMOR POR LAS COSAS PEQUEÑAS.
La Virgen tenía una gran conciencia de saber que era la HUMILDE ESCLAVA DEL SEÑOR, pues así lo cantó ante el saludo de su Prima Santa Isabel.
Siempre fue muy cuidadosa en estar atenta a las necesidades que surgían en su entorno, sin que nadie lo advirtiese; así lo atestigua el conocido episodio de las Bodas de Cana.
Supo aceptar en todo momento, el lugar que le iba correspondiendo sin hacer valer su condición de ser la Madre de Jesús, ni luego la de ser la Madre del Mesías.
La persona que sabe AMAR y atender las COSAS PEQUEÑAS, cultiva un espíritu POBRE Y HUMILDE.
¿Quieres hacer CAMINO DE SANTIDAD seguro?
Cuida de atender y hacer, con gran HUMILDAD y POBREZA, las COSAS PEQUEÑAS, las que están ocultas a los ojos de los otros, las que sólo y preferentemente ve tu Padre Celestial "que está en lo secreto" (Mt 6,6)
Anda, vamos a la escuela de María y aprendamos a valorar y vivir las COSAS PEQIEÑAS.
Como es rezar cada día, en el secreto del propio corazón, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
MADRID - ESPAÑA