Reflexión 20 de Agosto

Buenos días en la Fiesta de San Bernardo Abad y Doctor de la Iglesia.
Fue San Bernardo un gran monje y un gran predicador, que destacó entre otras cosas, por su gran amor a la Santísima Virgen.
Sobre la necesidad de acudir a la Santísima Virgen, dice cosas tan hermosas como luminosas, para llevar a buen puerto la propia vida cristiana.
Veamos la prueba:
“Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: ¡invoca a María!
Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia, de la envidia, mira a la Estrella del Mar: ¡invoca a María!
Si la cólera, la avaricia, la sensualidad de tus sentidos quieren hundir la barca de tu espíritu, que tus ojos vayan a esa Estrella: ¡invoca a María!
Si ante el recuerdo desconsolador de tus muchos pecados y de la severidad de Dios, te sientes ir hacia el abismo del desaliento o de la desesperación, lánzale una mirada a la Estrella, e invoca a la Madre de Dios.
En medio de tus peligros, de tus angustia, de tus dudas, piensa en María, ¡invoca a María!”
Ante estos consejos tan claros, sobra ninguna otra reflexión o consideración, por ello ahí te dejo con la compañía espiritual de San Bernardo.
Pero no dejes de rezar al Sagrado Corazón de Jesús, en razón de las necesidades de todos los Hermanos, sin eludir algo tan sencillo, que poco cuesta y que puede hacer un gran bien al resto de los que comparten contigo este encuentro de cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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