Reflexión 2 de Agosto

Buenos días en la Fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles.
Los Santos Ángeles tienen a la Santísima Virgen como su Reina y Señora, de forma que la asisten en todas aquellas necesidades que la Virgen precisa de su ayuda, para el desvelo que tiene por todos sus hijos, los hombres.
Cuando contemplamos a María Santísima desde cualquiera de sus advocaciones, encontrando el origen y sentido de las mismas, podemos ir quedando sorprendidos más y más por su figura y el altísimo designio que Dios tuvo para Ella, así como la fidelidad con la que María respondió siempre.
Ahora, glorificada en cuerpo y alma en los Cielos por su Hijo Jesucristo Resucitado, puede hacer mucho por nosotros, más de lo que nos cabe imaginar.
Una de las cosas más importantes que viene haciendo por la humanidad, es darle avisos constantes para que corrija sus errores y se vuelva a Dios, pero, como Ella se ha quejado en reiteradas ocasiones, no se la hace caso. Y sufre en su Inmaculado Corazón porque ve cómo las personas son arrastradas por los encantos del mundo y del pecado, y de la forma más inconsciente se precipitan por los amplios caminos de la condenación (Mt 7,13-14; Lc13,24).
En este día también honraremos a la Santísima Virgen si nos acogemos al llamado “Perdón de Asís”, ganando la Indulgencia Plenaria que San Francisco de Asís lograra del Papa Honorio III, que consiste en visitar cualquiera de las Iglesias de la familia franciscana, así como la Catedral o cualquiera de las Parroquias que tienen como titular a Ntra. Sra. de los Ángeles, siguiendo las normas establecidas por la Santa Iglesia para lucrar la Indulgencia Plenaria.
Unidos a nuestros Santos Ángeles Custodios, celebremos la Fiesta de la que es su Rina y Señora, haciendo que lo sea también de nuestros corazones.
A Ella, hoy, le rezamos con ilusión y confianza por todas las necesidades de los Hermanos que aquí estamos en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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