Reflexión 9 de Marzo

Buenos días 
No siempre los creyentes somos personas de FE auténtica y verdadera.
Se cree en Dios, se cree en Jesucristo, se cree..., pero se adolece de la intensidad necesaria como para que la FE sea la referencia que sostenga el camino de la vida bajo el influjo del Evangelio, con todo lo que supone seguir las huellas del Señor Jesucristo.
En el Evangelio se encuentran diversas referencias a la FE y a la forma de vivirla, según las circunstancias que se plantean.
En San Mateo 17,18-20, vemos al Señor un tanto enfadado porque los discípulos no han podido expulsar un demonio.
Veamos el texto: "Jesús increpó al demonio y salió; en aquel momento se curó el niño. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: ¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros? Jesús les dijo: POR VUESTRA POCA FE. En verdad os digo que, si tuvierais fe, como un grano de mostaza, le diríais a aquel monte: Trasladate desde ahí hasta aquí, y se trasladaría. NADA OS SERÍA IMPOSIBLE".
Hay otros lugares en que, por otras circunstancias, el Señor insiste en lo mismo.
Os doy las citas pricipales del Evangelio: Mt 21, 18-22; Mc 11,22ss; Lc 17,5-6.
Siempre es importante la REFLEXIÓN sobre la calidad de nuestra FE, pero hay momentos que se hace más necesaria por razones difíciles que se estén atravesando, por situaciones límites en las que uno se encuentre, etc.
El actual momento social en el que está inmersa todas la sociedad internacional, incluyendo a cada uno de nosotros, exige esta FE, porque más allá de seguir todas las indicaciones de las autoridades sanitarias, más allá de desear que los científicos lleguen a descubrir las vacunas y medicamentos necesarios, más allá de poner todo lo que cada uno pueda de su parte, como prudencia, cuidado, etc., se NECESITA la Gracia de Dios que actúe para frenar y acabar con esta pandemia.
La SOBERBIA y el ORGULLO del hombre contemporáneo, que ha vuelto la espalda a Dios, creyendo que era el dueño de la vida y de la historia, debería abandonar esa actitud altiva para volverse a Dios y con HUMILDAD y POBREZA, alcanzar cuanto necesita para resolver esta gran amenaza, que no solo provoca ya quebrantos graves en la salud, sino que podrá afectar notablemente a otros aspectos básicos de la vida humana, en los que ahora no debemos extendernos más: economía, empleo, bienestar, etc.
Por todo ello, vuelvo pediros una oración a la Virgen Santísima (el Santo Rosario preferentemente),  para que interceda ante su Hijo y nos alcance las Gracias que cada uno necesite. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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