Reflexión 10 de Marzo

Buenos días 
Se van sucediendo los días y cada día van apareciendo nuevas noticias que se muestran más preocupantes, sin conocer en verdad el alcance que pueden tener en el tiempo, todas estas cosas que suceden a partir de la pandemia del CORONAVIRUS.
Ya mostramos días anteriores la necesidad de la FE y de la ORACIÓN; hoy os muestro un camino seguro para conseguir la Gracia de Dios y la Paz del espíritu.
Se trata de mostrar al Señor Jesucristo nuestra CONFIANZA en su AMOR y en su MISERICORDIA.
Bien sencillo es decir la Jaculatoria que Él mismo enseñó a Santa Faustina Kowalska: "JESÚS, EN TI CONFÍO".
Con esta pequeña oración, repetida con insistencia, en la confianza total y el deseo lógico de que sea superada esta situación, que se presenta dura y difícil, encontraremos la respuesta amorosa del Señor Jesús a nuestras necesidades y demandas.
Es la hora de la FE, decíamos ayer; hoy os muestro la HORA DE LA FE Y DE LA ESPERANZA.
Hemos de CONFIAR en Dios.
Hemos de REZAR insistentemente por los Pastores de nuestra Iglesia Católica, para que cuiden con celo apostólico del Pueblo de Dios a ellos confiado.
Hemos de REZAR por las autoridades que deben conducir esta difícil situación, para que lo hagan con generosidad y acierto.
Hemos de REZAR por los que directamente ya sufren la enfermedad.
Hemos de REZAR por los que han fallecido por esta causa.
Pero, sobre todo, hemos de CONFIAR Y ESPERAR EN DIOS, que nos llene de su PAZ, de su LUZ y de su VIDA.
Cada día he concluido esta Meditación pidiéndote que rezaras por las necesidades de los Hermanos, pero sabes que la oración que mejor podemos hacer, para poner a la Virgen Santísima como intercesora, es el SANTO ROSARIO; intenta rezarle ya hoy. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es