Reflexión 11 de Abril

Buenos días en este Sábado Santo. 
Ayer tarde, con la Celebración de la Muerte del Señor Jesucristo, entramos en este tiempo de Soledad y de Silencio, que se prolonga durante todo el día de hoy, hasta el momento en el que la Liturgia de la Vigilia Pascual anuncie que CRISTO, HA RESUCITADO.
El Pregón Pascual proclamará: "Esta es la noche en que rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso de la muerte..."
Más adelante agrega: "¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos".
Pero, entre tanto llega ese momento, hemos de acompañar a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en su SOLEDAD y en su SILENCIO, por más que haya estado y esté afanada en reunir a los Apóstoles que se habían dispersado.
El SILENCIO es una de las virtudes que la persona debe mantener y cultivar.
Sin duda, quien sabe mantener el SILENCIO INTERIOR, de entrada está en mejores condiciones para vivir la FE.
Pero también, para poder mantener una relación con Dios más íntima y personal.
Este día de SILENCIO es trascendental para dejar atrás el "hombre viejo", que el Resucitado viene a rescatar y a salvar de la esclavitud del pecado.
Deseo que cada uno encuentre espacio para aprovechar este SILENCIO en la SOLEDAD de María Santísima y poder tener un encuentro consigo mismo, de forma que con su guía maternal pueda encontrar los caminos de la propia CONVERSIÓN, por los que aparezca el "hombre nuevo", que Cristo Resucitado nos trae.
En tanto, seguimos pidiendo que sea superada esta grave situación provocada por la pandemia, que tanto sufrimiento está causando en muchos aspectos de la vida humana.
En tu SILENCIO que no falte tu oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por las necesidades de los Hermanos, particularmente las de la salud, sabiendo el rezo del Santo Rosario es el mejor medio para alcanzar las gracias que necesitemos. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
www.materchristi.es