Reflexión 20 de Agosto

Buenos días en la Fiesta de San Bernardo de Claraval.
Se nos hace difícil cada año en este día no hacernos eco de la Fiesta de este gran monje del siglo XII, que tanto iluminó la Iglesia de su tiempo con serenas pero firmes predicaciones.
Su amor a la Santísima Virgen y su firmeza a la hora de mostrar el camino que nos lleva a Ella, y desde Ella a su Hijo Jesucristo, es definitivo.
Es por ello que sin entretenernos más en rasgos de su vida, quiero aportar a vuestra reflexión este consejo suyo, que nos parece tan valioso como certero.
Dice: “La muerte os espera en todas partes; pero, si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros”.
Qué importante es la virtud de la prudencia que nos da la capacidad de la sensatez y del buen juicio, pues nos ayuda a discernir y distinguir lo que tenemos delante, bueno o malo, para seguirlo o rechazarlo.
Y efectivamente, todos sabemos que la muerte, la gran verdad que todos tenemos por delante y asignatura por aprobar, nos espera en cualquier momento y en cualquier sitio, pero mejor es y será, sin dudarlo, que la esperemos nosotros y así podamos encararla como corresponde.
Ojalá que sepamos vivir encarando el momento supremo de la existencia humana, cual es la muerte, de forma que pudiéramos llamarla como San Francisco de Asís, “Hermana muerte”.
San Francisco dirá también: "Yo no soy un cobarde que teme a la muerte. El Señor, por su gracia y misericordia, me ha unido tan estrechamente a Él, que me siento tan feliz para vivir como para morir".
Que San Bernardo de Claraval nos alcance en este día de su Fiesta tantas gracias como necesita la Iglesia Santa de Dios y nos ayude a todos a ser muy sensatos y prudentes.
A él puedes rezar para que nos alcance el cuidado de la Virgen Santísima en todas las intenciones y necesidades de los aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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