Reflexión 31 de Agosto

Buenos días
Con este final del mes de agosto no es que lleguemos al final de la estación del verano, que será el 21 de septiembre, pero sí se da por finalizado el verano en gran parte,  porque concluyen el grueso de las vacaciones, la vida cotidiana debe volver a su actividad laboral, llega la vuelta a los colegios, más tarde a los institutos y universidades, y así todo lo que forma la sociedad en su conjunto.
Pero este año nos encontramos ante un gran interrogante, porque ciertamente no se sabe bien ni lo que puede pasar ni lo que realmente terminará pasando.
Es una verdadera lástima que la humanidad se encuentre en esta encrucijada, y más particularmente cada uno en su situación personal, familiar, laboral, etc.
Por ello es tiempo de potenciar la virtud teologal de la ESPERANZA, que nos impulsa a caminar desde la firmeza de la FE, buscando a Dios que nos fortalezca en su Espíritu Santo e ilumine para orientar con verdadera SABIDURÍA los pasos que mejor convengan dar.
Cada día, al final de la Meditación, os pido que hagáis una oración, que recéis al menos un padrenuestro por ‘las necesidades de los Hermanaos’; bien desearía que lo hicierais todos, pues TODOS saldríamos beneficiados, pero no sé si se comprende bien esta petición mía.
Se trata de apoyarse en la promesa del Señor Jesús: “Os digo, además, que si dos de vosotros SE PONEN DE ACUERDO en la tierra PARA PEDIR ALGO, se lo dará mi Padre que está en los cielos” (Mt 18,19), por tanto, si reza cada uno todos coincidirán y la Gracia del Padre no tardará en acudir.
Comienza hoy, persevera en esta humilde oración al Padre en nombre de su Hijo Jesucristo, pon en ella tus deseos y necesidades, y confiemos en la Gracia que llegará sin tardar. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchriti.es