Reflexión 28 de Agosto

Buenos días en la Fiesta de SAN AGUSTÍN.
Después de diecisiete siglos de su paso por la tierra, SAN AGUSTÍN sigue VIVO en la memoria de la Santa Iglesia, que transmite generación tras generación la gran figura de este Santo, Padre y Doctor de la Iglesia.
Su vida es una gran enciclopedia del vivir en todas esas facetas de la vida de los hombres, desde el estar absolutamente apartado de Dios e inmerso en el pecado, hasta el ENCUENTRO profundo e íntimo con el Señor, por lo que acercarse a conocerle a través de sus escritos es una verdadera Gracia de Dios.
En medio de las vicisitudes que estamos viviendo, os ofrezco esta frase suya: “Malos tiempos, dice la gente. ¡Seamos honestos! Los tiempos son buenos. ¡Somos nosotros los que hacemos cómo serán los tiempos!”.
Es un hecho objetivo que estamos en ‘malos tiempos’ en todos los aspectos que se derivan del coronavirus, pero es cierta su aseveración, pues de cada uno depende y dependerá cómo en definitiva será todo el devenir de la grave situación en la que nos encontramos.
SAN AGUSTÍN muestra un camino de ESPERANZA, pues cierto es que ante las dificultades, más, ante las desgracias, estará la forma de actuar y responder de cada uno, tanto a nivel individual en todas las exigencias que presenta la pandemia, como a nivel social en el que también hemos de atender lo que se presente, hasta donde sea necesario y nos sea posible.
Es obligado hoy recurrir a SAN AGUSTÍN DE HIPONA para que interceda al Dios Altísimo, que nos envíe todas las Gracias necesarias para vernos liberados de toda esta desgracia de la pandemia, y también para que nos ayude a encontrar los caminos de la CONVERSIÓN PERSONAL como él los encontró.
También, como cada día, te pido que reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que los Hermanos encuentren la solución a todas sus inquietudes, intenciones y necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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