Reflexión 3 de Agosto

Buenos días. 
La carta del Apóstol San Pablo a los Romanos, es quizás la más importante de las que escribió a los cristianos de las diferentes Iglesias que él evangelizó.
En ella hay varias perícopas interesantes; hoy quisiera que nos fijáramos en la que ayer domingo nos ofreció la Santa Iglesia Católica en la Misa Dominical.
Dice así: “¿Quién podrá APARTARNOS del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Pero en todo esto VENCEMOS FÁCILMENTE por aquel que nos ha AMADO. Pues ESTOY CONVENCIDO de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna PODRÁ APARTARNOS DEL AMOR DE DIOS manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rom 8,35-39).
Cuando escribe esto San Pablo lleva ya sobre sus espaldas mucho vivido por el Evangelio, bueno y malo, sufrimientos grandes, persecuciones, etc. etc.
Sabe bien lo que está diciendo, por eso, tanto sus preguntas como sus afirmaciones son tan extremas y radicales, porque para él sólo está el “Amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
Os ofrezco este texto para la reflexión personal, quizá en un momento tan INCIERTO como en el que nos encontramos, con un horizonte complicado que nos pide como creyentes, vivir preparados para afrontar cualquier situación que se pueda presentar, pues las previsiones lógicas no parecen funcionar bien a juzgar por lo vivido a lo largo de los meses que llevamos de este año.
Sabiendo que el ‘Amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro’, es el que nos puede SALVAR, vayamos al ENCUENTRO con el Señor Jesucristo; VIVAMOS en el agrado de Dios, según su Corazón, esto es, EVITANDO el pecado, la injusticia, la mentira…, todo lo que está fuera de su Ley y de su Amor, preparados para encarar todo lo malo y negativo que se nos pueda venir encima, así como también lo bueno si lo hubiera.
¿Quién podrá apartarnos del Amor de Cristo? Nada ni nadie, si sabemos VIVIR según la FE PROFESADA en el BAUTISMO recibido.
Te pido, con toda confianza, que reces hoy por todas las necesidades espirituales, físicas y materiales de todos los Hermanos; hazlo con Fe y Esperanza a María, nuestra Madre y nuestra Guía, pues de su mano caminaremos con seguridad y certeza. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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