Reflexión 30 de Agosto

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Las lecturas que se proclaman en este domingo XXII del Tiempo Ordinario, ciclo A, son importantes como toda la Palabra de Dios, pero igualmente muy sugerentes para hacer una buena e intensa reflexión personal, y si se puede, también comunitaria.
Las lecturas son: Jeremías 20,7-9; San Pablo a los Romanos 12,1-2; San Mateo 16,21-27.
Como no podemos hacer comentario de cada una, fijémonos en la segunda lectura.
San Pablo plantea a los Romanos dos ideas.
Una que dice: “Os EXHORTO, hermanos, por la misericordia de Dios, a que PRESENTÉIS VUESTROS CUERPOS COMO SACRIFICIO VIVO, SANTO, AGRADABLE A DIOS; éste es vuestro culto espiritual”.
La otra: “Y no os amoldéis a este mundo, sino TRANSFORMAOS POR LA RENOVACIÓN DE LA MENTE, para que SEPÁIS DISCERNIR cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”.
En la primera idea lo que plantea San Pablo choca con el hedonismo y la permisividad, que son tan habituales en nuestro tiempo, teniendo el cuerpo al servicio de los intereses y placeres de la vida, y lejos, por supuesto, de pensar que sean ‘templos del Espíritu Santo’, como dirá en otro momento.
Cuando existe una negación de la vida eterna y, por consecuencia, del artículo de la FE: ‘creo en la resurrección de los muertos’, ciertamente todo pasa a ser sólo válido para el momento actual, por tanto toma fuerza aquel dicho, “comamos y bebamos, que pronto moriremos”.
La segunda idea es una clara llamada a la CONVERSIÓN que podemos leer en una clave actual, pues hoy necesitamos DISCERNIR bien cuál es la voluntad de Dios, en la situación grave y preocupante en la que nos encontramos.
Y para ello nos advierte que ‘no os AMOLDÉIS a este mundo’, sino ‘TRANSFORMAOS por la RENOVACIÓN DE LA MENTE’, proceso imprescindible para encauzar un camino de cambio, de conversión a Dios.
Os deseo una REFLEXIÓN profunda para que podáis tomar decisiones en la medida que cada cual las necesite, pero también ir a enseñar a quien lo pueda precisar, porque si no se produce la vuelta de los corazones a Dios, no cabe esperar nada bueno en el desarrollo de la situación en la que nos encontramos.
Con interés te pido un día más, que reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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