Reflexión 25 de Agosto

Buenos días
No se puede ignorar la realidad en la que se está inmerso por simple RESPONSABILIDAD.
La persona responsable pone todo el cuidado y atención en lo que hace y en lo decide, conforme las circunstancias y situaciones que se van presentando.
Y esto es lo que traigo hoy a nuestra reflexión personal, pues somos muy conscientes de que la pandemia de coronavirus nos afecta a nivel mundial, al tiempo de que va golpeando a unos países más que a otros, pero en definitiva es un MAL generalizado.
Pero está realidad, que nos amenaza con un empeoramiento bastante serio en los próximos meses, quizás semanas, nos va metiendo en una espiral de ‘desgracias’ que a ver cómo salimos de ellas, particularmente las económicas.
Tomar conciencia responsable de algo tan sencillo como de aquello que se dice que ‘de donde se saca y no se mete, pronto el fondo se ve’, nos lleva a concluir que si el Estado no recauda por los impuestos al no haber habido actividad económica suficiente, y en cambio ha de seguir haciendo frente a los gastos tan esenciales como las pensiones y sueldos de los funcionarios, ¿Cómo se cuadrarán estas sencillas cuentas?
Y si a ello unimos lo que se ha de pagar a las personas sin trabajo (paradas) por cualquier causa, el tema ya es muy grave a poco meses vista, dado el número de personas sin trabajo,  que seguirá creciendo.
Es por ello que llamo a la puerta de tu corazón para pedirte que con RESPONSABILIDAD, te pongas ante esta grave realidad sanitaria, social y económica, y hagas cuanto puedas según tu situación,  tus circunstancias y tus posibilidades.
En primer lugar, no huir y buscar todos los conocimientos posibles para darte cuenta del alcance de la realidad que estamos planteando.
También hay algo que si tienes a tu alcance, por una parte aceptar que los comportamientos humanos no están siendo todo lo convenientes que son necesarios, lo que nos dice que hay personas que necesitan CONVERCIÓN, volverse a Dios, que es el único que nos puede liberar.
Y finalmente, puedes REZAR, pedir con insistencia a Dios que su Misericordia nos acoja, que toque los corazones de aquellos que se empeñan de vivir de espaldas a Él y que al fin nos LIBERE de todo mal.
He de acabar como cada día, pidiéndote que ahora reces una oración, por pequeña que sea, por las necesidades de los Hermanos, que seguro que los hay necesitados de salud, de medios materiales y de tantas cosas que María, nuestra Madre y nuestra Guía, las puede aliviar y llevarles a la solución necesaria. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es