Reflexión 11 de Mayo

MES DE MARÍA
Buenos días
Nos cuenta San Lucas que la Sagrada Familia había ido a Jerusalén por la Fiesta de Pascua, pero cuando volvieron Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres.
San Lucas 2,46-50, sigue contando lo que pasó: “Y sucedió que, al cabo de tres días, le ENCONTRARON en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles. Todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
Cuando le vieron, quedaron SORPRENDIDOS, y su Madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, ANGUSTIADOS, te andábamos buscando. Él les dijo: Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre? Pero ellos no COMPRENDIERON la respuesta que les dio".
Tanto es así, que el versículo siguiente dice: "Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su Madre CONSERVABA todo esto EN SU CORAZÓN".
HOY vuelven María y José a guardar SILENCIO, esta vez en el TEMPLO ante los DOCTORES Y MAESTROS DE LA LEY.
Han vivido tres días llenos de ANGUSTIA buscando a Jesús, y ahora lo encuentran en el Templo con los Doctores, 'que estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas'. Jesús tenía doce años.
Cuántas veces cualesquiera de nosotros, ante algo que nos sorprende porque no lo esperamos, NOS QUEDAMOS SIN PALABRAS.
Y cuando reaccionamos y recibimos una respuesta que no llegamos a comprender bien, nos SUMIMOS en un gran SILENCIO.
Pero, ¿es un SILENCIO para la REFLEXIÓN o es un silencio para la depresión, o aunque solo sea, para la tristeza?
En la Virgen María estos SILENCIOS siempre servirán para CRECER en el CONOCIMIENTO DE DIOS y de SU SANTA VOLUNTAD en cada momento.
Y más particularmente, para ir SABIENDO Y CONOCIENDO quién es realmente su HIJO JESÚS.
Con gran ILUSIÓN vivamos este nuevo día del MES DE MARÍA, y, con gran FE, pongamos todas NUESTRAS intenciones y necesidades en la ORACIÓN INTERCESORA de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, aportando la nuestra para que la UNIDAD sea patente.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI