Reflexión 4 de Julio

Buenos días.
Uno de los objetivos en la vida de las personas es alcanzar la felicidad.
Se desea y se busca con verdadera ansiedad y se pone todo el empeño por lograrla, pero lo cierto es que no es cosa fácil porque las personas no siempre son conscientes de que la felicidad tiene su precio y su tiempo.
Phil Bosmans decía que “No hay ascensor hacia la felicidad. Hay que tomar la escalera”, con lo que se expresa que una vez encontrado el camino de lograrla, bien sea compartiendo la vida con otra persona, bien sea en un proyecto de vida que merezca la pena, se ha de caminar con esfuerzo, escalón a escalón y sin prisas, e ir consolidando la felicidad que se ha logrado y además mantenerla día a día.
Vivimos en unos tiempos que se quieren conseguir las cosas, como la felicidad, con recursos que se alejan del amor, digamos que del verdadero Amor, prevaleciendo comportamientos egoístas e hipócritas en los que están ausente la Verdad principalmente.
Sabemos que la auténtica felicidad está en el Amor de Dios, que nos llama a participar de su plenitud en el Cielo; y sabemos también lo que nos plantea el Señor Jesucristo para llegar: “Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos” (Mt 7,13-14).
Reza al Padre Dios con la oración que nos enseñó el Señor Jesús, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en la Reina y Señora, que se manifestó como la humilde ‘esclava del Señor’. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es

NOTA:
Como en años anteriores, suspendo durante unos días las Meditaciones para realizar mis Ejercicios Espirituales. Me encomiendo a vuestras oraciones. Gracias.