Reflexión 25 de Julio

Buenos días en la Solemnidad del Apóstol Santiago.
Hoy volvemos la mitrada al Patrón de España y, con la Iglesia, rezamos a Dios nuestro Padre: “Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de tus apóstoles con la sangre de Santiago, haz que tu Iglesia, reconfortada constantemente por su patrocinio, sea fortalecida por su testimonio, y que los pueblos de España se mantengan fieles a Cristo hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
He aquí lo que necesitamos: ‘mantenernos fieles a Cristo’, razón sin duda por la que nuestra sociedad parece insensible, inerme, incapaz de reconocer todos los males que han infringido contra ella: abortos sin reproche alguno, eutanasia que se acepta como algo natural, la familia dinamitada desde diferentes ángulos, adolescentes empujados a caminos tan inciertos como el cambio de personalidad…, y un largo recuento de sentimientos y actos contra Dios Creador.
La Acedia, la envidia del enemigo, que quiere destruir a Dios y su memoria en los hombres, se extiende por nuestra sociedad como una mancha de aceite que no tiene freno.
Solución: Orar y evangelizar. Pedir a Dios que nos de fortaleza para mostrar su LUZ a los hombres en una llamada firme y seria a la conversión del corazón. De lo contrario la ruina moral, fundamento de la vida y convivencia humana, seguirá avanzando hasta un fin que, mejor no imaginar.
Pidamos al Apóstol Santiago también su fortaleza para todos los Hermanos, que aquí nos encontramos en la Madre Amantísima que a él le fortaleció en Zaragoza, para que podamos perseverar con un compromiso mayor de las exigencias del propio Bautismo. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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