Reflexión 23 de Julio

Buenos días en el Día del Señor.
Rezamos con la Iglesia hoy así: “Muéstrate propicio con tus siervos, Señor, y multiplica compasivo los dones de tu gracia sobre ellos, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren siempre, con observancia atenta, en tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Son varias las cosas que se piden en esta oración, pero, quizás, cabe resaltar: “encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren siempre, con observancia atenta, en tus mandatos”.
‘Perseveren siempre’. ¡Qué importante es perseverar! Y perseverar día tras días hasta el final de los tiempos, porque en la perseverancia se aseguran muchas cosas, por ejemplo, se asegura el ejercicio de la caridad, del amor, de aquello por lo que se aceptó el compromiso correspondiente.
La oración también pide que se persevere con observancia atenta, lo cual invita a la persona que nunca sea superficial ni frívola, porque por estos caminos no puede prestar la atención que debe, ni asegurar la constancia que impulsa la perseverancia.
Ser cristiano no es haber sido bautizado simplemente, sino perseverar en lo que realmente fue recibir las aguas bautismales, con la Profesión de Fe y las promesas bautismales hechas, lo cual es una forma de vida muy concreta y también de ver las cosas con ‘la observancia atenta’ de los mandatos del Señor.
Día este extraordinariamente importante para suplicar a Dios Padre, con gran Fe, en la Esperanza más viva y segura, y con la caridad siempre dispuesta a hacerla realidad, esta tercera petición del padrenuestro: “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
Con la oración de los unos por los otros de esta comunidad, confiemos en María, nuestra Madre y nuestra Guía, que acontecerá lo mejor para cada uno. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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