Reflexión 20 de Mayo

Buenos días.
En las Obras de Misericordia, la tercera de las denominadas ‘espirituales’ encontramos “Corregir al que está en error”; difícil y quizás complicada de cumplir en estos tiempos en los que las personas, de la mano de los medios de comunicación y de las redes sociales, creen saberlo todo y además desde la seguridad de que están en lo cierto.
La cuestión es que ahí está la exigencia espiritual para cualquier cristiano bautizado, a la que hay que responder para poder avanzar en el consejo evangélico tantas veces recordado aquí: “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5,48).
¿Cómo hacer, pues?
Sencillamente dos cosas, una, tener la preocupación personal, la exigencia de vivir fuera del ‘error’, para lo que habrá que estar bien formado e informado de todo lo el conjunto de la doctrina cristina, así como de la realidad social en la que estamos inmersos.
Y dos, tener la capacidad: humildad, paciencia, sencillez…, para hacer las correcciones que sean necesarias a aquellos que encontremos en el error.
Creo que merece la pena practicar esta Obra de Misericordia, pues con ella se puede ayudar sobremanera a los que, por una razón u otra, nos vamos encontrando en el camino de la vida.
Bueno será, por tanto, revisar el compromiso personal y el esfuerzo que uno hace por tener el bagaje espiritual, humano y social, necesarios para cumplir con este objetivo de ‘corregir al que está en error’.
En este sábado, ya en la recta final de la Pascua, reza con filial cariño a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en favor de las necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es