Reflexión 11 de Mayo

Buenos días.
María y José mantienen silencio ante el mandato del Ángel de huir a Egipto.
Cuenta el evangelio de San Mateo 2,13-15: “Después que ellos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo”.
Este pasaje del evangelio enseña muchas cosas:
San José se fía del Ángel y en silencio le obedece.
María se fía de su Esposo y en silencio obedece.
En silencio aceptan lo mandado: “y estate allí hasta que yo te diga”.
Sí, saben por qué tienen que estar en Egipto, pero no saben el tiempo, algo que a nosotros no nos gusta nada el que no se nos den todas las explicaciones, las que se deben y más.
En silencio esperan la hora de Dios para volver de Egipto.
Cada uno en su vida tiene esa ‘hora de Dios’ para muchas cosas, hasta que llegue la hora suprema del tránsito de esta vida a la otra, pero nos inquietamos mucho y, no pocas veces, cambiamos ‘la ‘hora de Dios’ por nuestra hora’, lo cual bien merece reflexionar porque nos ahorraríamos muchas equivocaciones y errores si supiéramos caminar teniendo en cuenta esa ‘hora de Dios’ para muchas cosas.
Y no es tan difícil acomodar el ritmo de la propia vida a la ‘hora de Dios’, que sencillamente es su santa voluntad para todos los ‘negocios’ de la vida.
Pues ahí lo tienes, si quieres atender a la ‘hora de Dios’ presta más atención a Él que a tus egoísmos e intereses, siempre que éstos no coincidan con los de Él.
Hoy te pido que reces al Señor en el Santísimo Sacramento del Altar, para que derrame sus gracias sobre cada uno de los Hermanos que nos volvemos a encontrar aquí en Santa María Virgen. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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