Reflexión 25 de Abril

Buenos días en este JUEVES DE PASCUA.
¡ALELUYA, CRISTO HA RESUCITADO. ALELUYA!
El 25 de abril del añi 68 d.C., fue matirizado San Marcos Evangelista.
Fue discípulo de San Pedro y escribió el Evangelio a partir de la tradición oral que había recibido.
En su Evangelio plantea en palabras del Señor el duro tema del PECADO CONTRA EL ESPÍRITU SANTO. Dice: "Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que BLASFEME contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás. (San Marcos 3, 28-29).
Estas palabras del Señor Jesucristo son duras, muy duras, para las personas que solemos concebir y entender las cosas un poco al estilo de cada cual, pero en cambio, objetivamente son lo que son y dicen lo que dicen.
Cuando sabemos que Dios es todo MISERICORDIA, cuando estamos en la Novena de la Divina Misericordia, cuya Fiesta celebraremos el próximo domingo, nos parece imposible que pueda ser o pasar lo que dice el Señor, pero ES.
¿Y còmo se peca contra el Espíritu Santo?
Pues se encuentran varias formas.
Dejándose arrastrar por una desesperación de salvarse, al no saber CONFIAR en Dios, mas allá de los propios méritos, generalmente escasos.
En la misma línea estaría la presunción de salvarse sin merecimientos, sin poner el esfuerzo que corresponde a la persona, en el vencimiento que se debe intentar siempre para no verse arrastrado por los pecados, defectos u otras maldades del propio corazón.
También se pecará contra el Espíritu Santo con la impugnación de la VERDAD conocida, lo que es lo mismo que combatir, contradecir o refutar cualquiera de las VERDADES REVELADAS.
Igualmente, la envidia o pesar de la gracia ajena, por pretender o querer tener esas gracias por encima de la otra persona, llevando incluso la cosa lejos, por los malos deseos que siempre se desprenden de toda expresión de la envidia.
Y finalmente, encontramos la impenitencia final, la obstinación de mantenerse en el pecado por la dureza de corazón, para arrepentirse de él, perseverando incluso hasta la muerte en esta actitud.
Aprovechemos esta sentencia evangélica, para REFLEXIONAR en este tema de tanta gravedad y evitar que nos pueda envolver de alguna forma en el presente o en futuro, o que en alguna ocasión nos haya podido rondar tal desgracia.
Pidamos con FE Y ESPERANZA, por todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos cada día en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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