Reflexión 18-19 de Abril

Buenas tardes Hermanos.
Cronológicamente comienza el camino del Señor Jesucristo en su PASIÓN.
He aquí el RELOJ DE LA PASIÓN DE JESÚS, HOY:
SEIS DE LA TARDE: Jesús se ciñe con un lienzo, y echando agua en una bacía, lava los pies a sus discípulos, los enjuga y besa.
A LAS SIETE, instituye el Santísimo Sacramento, dando a los sacerdotes el pasmoso poder de convertir el pan y vino en su Cuerpo y Sangre preciosísima.
A LAS OCHO, va al huerto de Getsemaní; y a pesar de la tristeza y sudor de sangre, ¡cuán fervorosa y constante es su oración!
A LAS NUEVE, es entregado por Judas, preso, cargado de cadenas y abandonado de sus discípulos:
A LAS DIEZ, le llevan a casa de Anás: ¡cuán diferente entrada hace hoy en Jerusalén de la que hizo el día de Ramos! ¡Qué terrible bofetada le dan!

VIERNES SANTO
A LAS CUATRO DE LA MAÑANA. Ha sufrido esta noche infinitos escarnios en casa de Caifás: Pedro le ha negado tres veces, y ahora gritan todos que es blasfemo y digno de muerte.
A LAS CINCO, le conducen ante Pilatos ¡qué insultos por las calles! ¡Con qué furor le acusan!
A LAS SEIS, es presentado a Herodes; le visten una ropa blanca y escarnecen como a loco; ¡y es la Sabiduría infinita!
A LAS SIETE, Pilatos le compara con Barrabás y ¡ay!, es pospuesto a tan vil asesino
A LAS OCHO, mírale atado a la columna, y despedazado con más de cinco mil azotes
A LAS NUEVE, le hincan en la cabeza una corona de setenta y dos espinas. ¡Qué tormento!
A LAS DIEZ, dice Pilatos: Ecce homo, mostrándole al pueblo y éste pide feroz que sea crucificado. Cede el cobarde juez y le condena a muerte.
A LAS ONCE, sale ya con la Cruz a cuestas. ¡Qué caídas tan dolorosas! ¡Qué amargura, cuando encuentra a su Madre! ¡Qué palabras tan tiernas dirige a las mujeres que le siguen!
A LAS DOCE, le desnudan y clavan en la cruz: ¡qué ignominia! ¡Qué tormento!
A LA UNA, ruega por sus verdugos, abre el paraíso al ladrón; y nos da por Madre a su propia Madre.
A LAS DOS, se queja amorosamente con su Padre: tiene sed, ¡y le dan a beber hiel y vinagre!... Ya todo se acabó
A LAS TRES, entrega su Espíritu al Padre Eterno, y muere por mi amor
A LAS CUATRO, le bajan de la cruz; ¡qué escena aquella tan tierna! ¡Qué lágrimas! ¡Qué coloquios!
A LAS CINCO, mira a Jesús en los brazos de su Madre, y, viendo sepultado a su hijo, toma parte en su dolor
Y a partir de aquí, el SILENCIO y la SOLEDAD lo invade todo
Sólo me queda recordarte que los Hermanos necesitan que reces por ellos ante el Monumento. Ellos lo harán por tí. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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