Reflexión 24 de Abril

Buenos días en este MIÉRCOLES DE PASCUA.
¡ALELUYA, CRISTO HA RESUCITADO. ALELUYA!
La Vida Pública de Jesús ya fue en sí misma un gran acontecimiento, que le llevó a dar su vida por la Salvación de todos los hombres.
Pero su RESURRECCIÓN de entre los muertos marca el punto de inflexión en favor de toda la humanidad, y muy particularmente de los bautizados en su nombre.
San Pablo nos dirá en 1 Cor 15,14 que "si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe", lo que quiere decir que la FE cristiana está debida y definitivamente sustentada en la REDENCIÓN del Señor Jesucristo, una vez ésta fue superada por su RESURRECCIÓN.
Creer en la RESURRECCIÓN nos fundamenta para ser no sólo un buenos cristianos, si no también ser TESTIGOS del Evangelio.
Y ya bien sabemos lo que es SER TESTIGO, y lo que se ESPERA del TESTIGO.
Simplemente un TESTIMONIO fiable.
En este caso supone ser CONOCEDORES del Evangelio, no sólo en su teoría, sino también en su práctica fiel y fidedigna.
Tú, ¿Testigo de.....?
Contéstate a ti mismo la pregunta con verdad y honestidad.
Y como cada día, también TESTIGO de las palabras del Señor: "Cuando dos o más os pongáis de acuerdo para pedir algo en Nombre, se os concederá" (Mt 18, 19-20), pide por todas las necesidades de los Hermanos de esta Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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