Reflexión 14 de Febrero

Buenos días
¿Tienes alguna esclavitud?
¿Eres esclavo de alguien o de algo?
Primero veamos qué podemos entender por ESCLAVITUD.
Se trata de una sujeción, un sometimiento severo, excesivo y fuerte a las PASIONES y AFECTOS del alma en el orden moral y, por consecuencia, en la vida espiritual de la persona.
En el aspecto humano y social, la ESCLAVITUD se manifestará cuando la persona carece de LIBERTAD por estar bajo el dominio de otra, que la obliga y marca los movimientos, trabajos, etc. que debe llevar a cabo y que marca hasta el estilo de vida que seguirá la persona.
Al cuestionarnos sobre si uno mismo sufre y vive alguna dimensión de ESCLAVITUD, lo primero que se necesita es lo que ya hemos planteado otras ocasiones: SINCERIDAD de corazón y RECTITUD de intención.
Habrá que saber distinguir entre las ESCLAVITUDES HUMANAS y las ESCLAVITUDES MORALES, porque según del tipo que sean así habrá que actuar de una u otra manera.
En todo caso, siempre se necesitará la ayuda de otra u otras personas que acompañen para saber tomar las mejores decisiones y caminos más oportunos.
Pero siempre es necesario llegar a tomar perfecta conciencia de la realidad que pueda haber.
Ninguna enfermedad se cura adecuadamente sin un diagnóstico serio y real de lo que está sucediendo
Y después, sin un tratamiento debidamente prescrito y aplicado.
Todos mis ánimos para escrutar la propia vida, porque cualquier manifestación de la ESCLAVITUD es normalmente negativa y nociva.
Ten en cuenta que en las ESCLAVITUDES se da una cosa curiosa, que es como una especie de ocultamiento bajo diferentes caretas, precisamente para que no aparezcan motivos que obliguen a luchar contra ellas.
Rezamos ya por todas las necesidades de los Hermanos de esta Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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