Reflexión 11 de Febrero

Buenos días en la FIESTA DE LA VIRGEN DE LOURDES.
Al mirar a la Santísima Virgen en sus apariciones a Santa Bernardita en Lourdes, nos llenamos de ternura por su inocencia y su absoluta disponibilidad a los deseos de la Virgen.
Bien sabemos que por parte de la Madre, siempre hay un deseo cierto y seguro de cuidar de los hijos que se le han dado, y así, siempre la miramos como la Medianera de todas las GRACIAS en favor de sus hijos.
Hoy vamos a intentar mirar a María desde nosotros mismos.
Por ejemplo, ver en mi relación con la Virgen, qué le ofrezco por iniciativa propia habitualmente.
Ella, de mí, ¿qué puede necesitar?
Cierto es que valora de una forma extraordinaria la Oración del Santo Rosario, que reiteradamente lo ha pedido en las diversas apariciones aprobadas por la Iglesia a lo largo de los años.
Y este rezo del Santo Rosario sí es una cosa que todos la tenemos al alcance para poder rezarle, aunque parece que cuesta cierto trabajo mantenerlo como devoción cotidiana.
Te INVITO a que si no eres habitual devoto del Santo Rosario, que consideres lo que realmente es y que intentes frecuentarlo.
Y si ya lo rezas, te INVITO a que consideres frecuentarlo diariamente en caso de que no fuera así.
En todo caso lo importante es CONOCER bien lo que es el SANTO ROSARIO, y encontrar las razones propias que aconsejen ofrecer a la Virgen María está Oración.
POR FAVOR, bajo la mirada maternal de Santa María, considera tu relación personal con el ROSARIO.
Si encuentras alguna dificultad y la compartes, podremos profundizar más por el bien de todos.
En todo caso, sí podemos ya, como cada día, rezar por las necesidades de los Hermanos, UNIDOS en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchristi.es