Reflexión 7 de Octubre

Buenos días en la Fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Rosario.
La Fiesta de este día es la que da a todo el mes de octubre la denominación de Mes del Rosario, pues tanto la efeméride que recuerda como los frutos dados por el rezo del Santo Rosario a lo largo de la Historia, son de una significación ciertamente notables.
Lo más inmediato que se puede decir y recomendar en este día, es que se frecuente a nivel personal, familiar y comunitario, el rezo del Santo Rosario, por ser una oración sencilla y humilde al tiempo de una gran riqueza espiritual y teológica; pero convendría en este día ahondar un poco en la profundidad de esta práctica de oración.
El Sato Rosario está compuesto por cuatro partes de cinco misterios cada una, que abarca la reflexión y meditación de toda la Vida de Jesús, María y José en el enunciado de cada uno de los veinte misterios que conforman el Santo Rosario completo, aunque se sabe que ordinariamente se reza una parte cada día: Misterios Gozosos, lunes y sábado; Misterios Luminosos, jueves; Misterios Dolorosos: martes y viernes; Misterios Gloriosos, miércoles y domingos.
Cada misterio está compuesto por el padrenuestro, diez avemarías y el gloria, que con el enunciado que corresponda expresa una fuerte oración, pues estas tres oraciones traspasan el ámbito humano ya que su contenido lo hemos recibido del Cielo, esto es, el padrenuestro, la oración que nos enseñó el mismo Señor Jesucristo, el avemaría que en su primera parte se corresponde con las palabras del Arcángel Gabriel a María en la Anunciación, y el Gloria, que dicho breve y rápidamente, es el cántico de los ángeles.
Dicho todo esto, bien se puede comprender la solidez de la oración del Rosario y de su poder de intercesión en manos de la Santísima Virgen, para que nos alcance tantas e importantes gracias como fue la victoria impensable de la Batalla de Lepanto, que fue la causa por la que San Pío V instituyera esta Fiesta en honor de la Santísima Virgen del Rosario.
Te pido que hagas el esfuerzo de acercarte hoy a este tesoro espiritual, te llenes de Amor por él, y que hagas cuanto puedas por ofrecérselo a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en favor de todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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