Reflexión 27 de Octubre

Buenos días
Como ya hemos hecho en meses anteriores, vamos a comentar, aunque sea brevemente, pues no disponemos de más espacio, el mensaje de la Virgen María, Reina de la Paz, el pasado 25 de octubre, en Medjugorje.
El mensaje dice: “¡Queridos hijos! El Altísimo me permite estar con vosotros, y ser vuestra alegría y camino en la esperanza, porque la humanidad se ha decidido por la muerte.
Por eso Él me ha enviado a enseñaros que sin Dios no tenéis futuro.
Hijos míos, sed instrumentos de amor para todos los que no han conocido al Dios del amor. Testimoniad con alegría vuestra fe y no perdáis la esperanza en el cambio del corazón humano. Yo estoy con vosotros y os bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”.
Como siempre es un mensaje sencillo pero con claves muy importantes: el Dios Altísimo permite que venga la Santísima Virgen para transmitirnos alegría y esperanza, porque ‘porque la humanidad se ha decidido por la muerte’. Esta indicación no es otra cosa que la denuncia de la cultura de la muerte, que nos ha invadido y que lo impregna todo, lo envuelve todo.
Dice que Dios la ha enviado para algo tan transcendental y básico como que ‘sin Dios no tenéis futuro’. Incluso los creyentes, muchos de ellos, que esto deben saberlo como algo elemental que es, parece no creerlo ya y van acomodando sus vidas a lo que marca la sociedad que ha dado completamente la espalda a Dios, con lo que ello supone cara la eternidad.
No obstante la Virgen nos pide ser ‘instrumentos de amor para todos los que no han conocido al Dios del amor’, lo cual es un auténtico reto a nivel individual y comunitario, que no deberíamos olvidar, más, no podemos olvidar.
Y finalmente nos pide: ‘Testimoniad con alegría vuestra fe y no perdáis la esperanza en el cambio del corazón humano’; palabras de aliento para esa misión que anteriormente nos ha recordado, que no es otro que el compromiso bautismal.
Dedica un rato a la reflexión y meditación de las palabras de la Reina de la Paz, y mira a ver cómo das respuesta a sus deseos y demandas.
Reza al Señor Jesús Sacramentado en favor de las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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